Los colores y los diseños evolucionan a lo largo de la historia; las modas en tejidos, accesorios y muebles también. Como todo, van y vuelven cíclicamente, por ello no es raro ver elementos típicos de épocas pasadas de nuevo en la actualidad. Es el caso de la cocina blanca, un elemento y diseño propio de los años 80 que se ve cada vez más actualmente. 

Los avances tecnológicos abarcan todos los ámbitos de nuestra vida y, en las cocinas modernas, también ejercen ya su influencia de la mano de esos aparatitos que nos acompañan, como una segunda sombra, allá donde vayamos nosotros.

Independientemente del estilo y la antigüedad de los muebles de cocina que configuren la estancia de nuestra casa, hablamos de cocinas modernas también cuando se han adaptado a los requerimientos funcionales que la actualidad demanda. En este sentido, la búsqueda de eficiencia energética en todas las actividades de nuestro hogar es una necesidad básica.

Más que por los muebles de cocina y electrodomésticos de última generación que pueblan la estancia, hablar de cocinas modernas es hablar también de la utilización racional que en ella se realiza de sus recursos y desechos.