Las cocinas Madrid son, cada vez más, espacios multiactividad donde, con la preparación de alimentos, se desarrollan reuniones de familia alrededor de la mesa y hasta actividades de trabajo. Se hace necesaria, para ello, una buena iluminación general que alcance todos los recovecos eliminando zonas de sombra y deslumbramientos a la vez que realza la estética material y cromática que tantos esfuerzos nos ha costado implantar.

Anterior al microondas, al frigorífico, a la lavadora, el aceite de oliva ha disfrutado de una presencia permanente en las cocinas Madrid desde hace infinidad de años. El olor característico, el inmejorable sabor, sus innegables virtudes gastronómicas y medicinales hacen de este tipo de aceite, siglos después de su implantación en nuestra cultura, la piedra angular de la dieta más saludable del mundo, la mediterránea.

Cada día se ha hecho más frecuente la adquisición y utilización de vitrocerámicas en las cocinas Madrid y del resto de España. Porque a sus indudables ventajas funcionales de comodidad, seguridad y rapidez hay que añadir, si se usa de la manera correcta, un perceptible ahorro en la factura de la luz de nuestra vivienda.

Estamos a un solo día para que el otoño caiga sobre los muebles de cocina, sobre los electrodomésticos, útiles e ingredientes que albergan en ella y, con la nueva estación, otros colores, aromas y sabores que invadirán esta estancia en la que pasamos gran parte de nuestro tiempo preparando o comiendo.

Los avances tecnológicos abarcan todos los ámbitos de nuestra vida y, en las cocinas modernas, también ejercen ya su influencia de la mano de esos aparatitos que nos acompañan, como una segunda sombra, allá donde vayamos nosotros.